Internacional

24-09-2022 17:56 - para elegir un nuevo Gobierno

Con la derecha como favorita, Italia renueva este domingo el Parlamento

Un total de 46.127.514 personas elegirán entre más de 6.000 candidatos de los 75 partidos que se presentarán para participar en las elecciones que formarán la XIX Legislatura de la República y que será la primera en estrenar la composición reducida de las dos Cámaras, luego de que una ley de 2019 bajara de 630 a 400 la cantidad de diputados y de 315 a 200 los senadores.

Telam SE
24-09-2022 | 17:56
A nivel de partidos la fuerza de ultraderecha Hermanos de Italia de Giorgia Meloni aparece a la cabeza de todas las encuestasFoto AFP
A nivel de partidos, la fuerza de ultraderecha Hermanos de Italia de Giorgia Meloni aparece a la cabeza de todas las encuestasFoto: AFP.

Más de 46 millones de italianos están habilitados para votar este domingo  a 400 diputados y 200 senadores con los que se renovarán las dos Cámaras del Parlamento y se dará el primer paso para la formación de un nuevo Gobierno, luego de la sorpresiva renuncia del premier Mario Draghi a mediados de julio, en unas elecciones que tienen como favorita a una alianza de derecha y ultraderecha en las que también estarán bajo la lupa los niveles de participación.

Un total de 46.127.514 personas elegirán entre más de 6.000 candidatos de los 75 partidos que se presentarán para participar en las elecciones que formarán la XIX Legislatura de la República y que será la primera en estrenar la composición reducida de las dos Cámaras, luego de que una ley de 2019 bajara de 630 a 400 la cantidad de diputados y de 315 a 200 los senadores.

A ese número se suman las 4.6625.204 personas habilitadas para votar por correo desde el exterior, incluidas 755.978 desde la Argentina, para un cuerpo electoral total de 50.869.304 habilitados.

El Movimiento Cinco Estrellas, con posturas de mayor intervención del Estado en la economía, podría ser la tercera fuerza con una base del 12% de las preferencias, de acuerdo a las encuestas previas

Con una ley electoral que reparte dos tercios de las bancas con el sistema proporcional o de lista y el otro tercio con un modelo de colegio uninominal o mayoritario, una de las incógnitas será ver si la participación llegará al 73% alcanzado en los comicios de 2018 o el 75% de 2013, cuando aún se votaba en dos días consecutivos.

De frente a un complejo mecanismo de formación de Gobierno, la alianza de derecha que forman la ultraderechista Hermanos de Italia y las nacionalistas Liga y Fuerza Italia aparece en todas las encuestas como la favorita para alcanzar el primer lugar y un número de bancas entre el 40 y el 45% a nivel nacional, tras una campaña basada en el rechazo a la inmigración, políticas más duras frente a Europa y promesas de menor presión fiscal.

En segundo lugar, según los sondeos, se ubicaría el Partido Democrático (centroizquierda) que encabeza el expremier Enrico Letta, con cerca del 20% de los votos y una plataforma basada en una ratificación del europeísmo del país, mayor afinidad con las preocupaciones ambientales y una agenda de ampliación de derechos sociales.

El Movimiento Cinco Estrellas, con posturas de mayor intervención del Estado en la economía, podría ser la tercera fuerza con una base del 12% de las preferencias, de acuerdo a las encuestas previas.

A nivel de partidos, la fuerza de ultraderecha Hermanos de Italia de Giorgia Meloni aparece a la cabeza de todas las encuestas con cerca de un 25% de las preferencias a las que, de cara a la formación de un nuevo Gobierno, se le agregarán los cerca de 15 puntos que podrían sumar sus socios de derecha de la Liga y Fuerza Italia

Como una forma de ampliar el cuerpo electoral, y a partir de una reforma constitucional de 2021, todos los mayores de 18 podrán ahora votar para diputados y para senadores, una Cámara para la que antes solo podían elegir los mayores de 25 años.

Una vez elegida este domingo la nueva composición del Parlamento, se iniciará el complejo proceso de formación de un nuevo Gobierno y en el que el presidente Sergio Mattarella tendrá un rol central.

Con la nueva composición del Parlamento definida, los nuevos legisladores deberán elegir un Presidente para cada una de las Cámaras. En 2018, Maria Elisabetta Alberti Casellati fue la primera mujer de la historia republicana en alcanzar la titularidad del Senado.

Foto AFP
Foto: AFP.

Una vez definidos los titulares del Parlamento, Mattarella iniciará una ronda de "consultas políticas" por separado con los jefes de cada uno de los bloques y con los Presidentes del Senado y de Diputados, en un proceso con el que el jefe de Estado buscará conocer la disponibilidad, posibilidades concretas y capacidad de alianzas de cada fuerza de poder formar un nuevo Gobierno.

Terminada una primera ronda de consultas, Mattarella puede optar por convocar a una segunda tanda de encuentros si no ve clara una posibilidad real de dar vida a un nuevo Ejecutivo; por dar un primer mandato exploratorio a una figura para que busque establecer alianzas ya formalmente con vistas a formar un nuevo Gobierno o, si las condiciones políticas son muy claras, dar un encargo pleno "a la persona que, por indicación de los grupos mayoritarios, puede establecer un Gobierno y obtener la confianza del Parlamento", según establece el sitio oficial de Presidencia.

Según las últimas proyecciones, la derecha podría obtener entre 248 y 268 bancas en Diputados y entre 136 y 136 en el Senado, por encima de las mayorías simples de 201 y 101

El encargo, ya sea exploratorio o definitivo, puede recaer en cualquier persona con capacidad de formar un nuevo Gobierno y no necesariamente en uno de los diputados o senadores elegidos este domingo. De hecho, la última vez que un parlamentario que se postulaba a premier terminó efectivamente como primer ministro fue con Silvio Berlusconi en 2008.

Una vez que se vea con claridad la posibilidad de formación de un nuevo Gobierno (un proceso que, tras las elecciones de 2018 demoró tres meses), la persona que recibió el encargo, que por lo general se acepta "con reservas", elige un elenco de ministros con el que presentarse al Presidente para la aprobación final.

En caso de que el mandatario esté conforme con el Gabinete propuesto, la personalidad "disuelve las reservas", acepta formalmente el encargo y jura frente al Presidente.

Recién en ese momento habrá terminado formalmente el actual Ejecutivo de Mario Draghi, que desde su renuncia a mitad de julio se mantiene a cargo de la "administración corriente" del Estado y, de hecho, habló esta semana en la Asamblea de Naciones Unidas como premier.

Una vez que el nuevo Gobierno jura en su cargo, la Constitución prevé un plazo de diez días hábiles para que el nuevo primer ministro se presente en las dos Cámaras del Parlamento a buscar la confianza ("fiducia") de la mitad más uno de los votos y, en caso positivo, quedar confirmado para ejercer el Ejecutivo.

Con la nueva composición del Parlamento definida, los nuevos legisladores deberán elegir un Presidente para cada una de las Cámaras. En 2018, Maria Elisabetta Alberti Casellati fue la primera mujer de la historia republicana en alcanzar la titularidad del Senado

A nivel de partidos, la fuerza de ultraderecha Hermanos de Italia de Giorgia Meloni aparece a la cabeza de todas las encuestas con cerca de un 25% de las preferencias a las que, de cara a la formación de un nuevo Gobierno, se le agregarán los cerca de 15 puntos que podrían sumar sus socios de derecha de la Liga y Fuerza Italia.

En ese escenario, Meloni quedaría en primer lugar para explorar la formación de un nuevo Ejecutivo y poder convertirse, si convence a Mattarella, de que podrá conseguir la confianza de la mitad más uno de los miembros de cada Cámara y convertirse en la primera mujer premier de la historia del país.

Desde la centroizquierda, si bien el PD aparece como el segundo partido a nivel individual, la falta de alianzas con otras fuerzas podría complicar las posibilidades de que el sector presente una opción de Gobierno, en caso de que fracase la chance de Meloni.

El Movimiento Cinco Estrellas, que en 2018 había sido la fuerza más votada, podría quedarse con el tercer lugar en base a la defensa que buena parte del electorado de centroizquierda hace del denominado "Ingreso de Ciudadanía", la principal bandera de los Gobiernos que de 2018 a 2021 encabezó el líder de la fuerza, Giuseppe Conte.

Según las últimas proyecciones, la derecha podría obtener entre 248 y 268 bancas en Diputados y entre 136 y 136 en el Senado, por encima de las mayorías simples de 201 y 101.

La centroizquierda, en tanto, podría reunir entre 78 y 98 diputados y de 39 a 49 senadores, siempre de acuerdo a los sondeos y a la espera de la definición en algunos de los colegios uninominales más parejos.

Giorgia Meloni, la líder de ultraderecha que busca ser la primera mujer premier de Italia

Con más de 30 años de una carrera política que inició en la rama juvenil de una de las fuerzas derivadas del fascista Movimiento Social Italiano y convertida luego en la ministra más joven de la historia de la mano de Silvio Berlusconi, la presidenta del partido de ultraderechista Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia, en español) Giorgia Meloni puede convertirse en la primera mujer premier de la historia italiana si este domingo se confirma en las urnas el favoritismo que le dan todas las encuestas previas.

Nacida en 1977 en el barrio popular romano de Garbatella, inmortalizado por Nanni Moretti y su Vespa en la película Caro Diario, Meloni llega a las elecciones a la cabeza de todos los sondeos con la ventaja de haber sido la única líder que, como se mantuvo en la oposición en los últimos cinco años, que aún no ha tenido que contrastar sus promesas de campaña con su gestión.

En política desde los 15 años, cuando dio sus primeros pasos en el Frente de la Juventud, la sección juvenil del Movimiento Social Italiano, y tras años de militancia en fuerzas de ultraderecha, Meloni saltó al primer plano nacional cuando en 2006 fue elegida diputada en las listas del ultraconservador Alianza Nacional y llegó a ser la vicepresidenta de la Cámara más joven de la República.

Dos años más tarde, fue designada ministra de la Juventud, la más joven de la historia, del cuarto Gobierno del entonces premier Berlusconi.

Casi 15 años después, Berlusconi, con su Fuerza Italia, es junto a la Liga de Matteo Salvini uno de los socios de la coalición de derecha nacionalista con la que Meloni busca ganar ahora las elecciones y formar el primer Gobierno soberanista y conservador de la Italia moderna.

Tras su experiencia como ministra, y concentrada en formar su propia fuerza política, Meloni tuvo su debut electoral con Hermanos de Italia en las elecciones de 2013, en las que alcanzó casi 700.000 votos que le dieron nueve bancas en Diputados.

La polémica, entonces y ahora, se concentraba en la iconografía del nuevo partido: desde el principio, la fuerza de Meloni (que retoma las primeras palabras del himno italiano) incluye la llamada "flama tricolor", una reminiscencia del Movimiento Social italiano fundado en la posguerra por admiradores del dictador Benito Mussolini.

Este año, a medida que subía en las encuestas, Meloni debió moderar su discurso y multiplicar los gestos de distanciamiento de esa época y, sin quitar la flama, planteó que "la derecha italiana dejó el fascismo en la historia haca decenios, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes anti-judías".

Su discurso conservador se extendió durante la campaña en temas clásicos de las derechas soberanistas europeas, como el énfasis en prometer que solo permitirá el ingreso de "inmigrantes que realmente tengan derecho a la protección humanitaria" o su creencia de que el mercado debe ser quien genere riqueza,como reconoció a inicios de mes en entrevista con Télam.

En 2016, a medida que su imagen subía en las encuestas, se presentó como candidata al Gobierno de Roma tan solo tres meses antes de los comicios. En esas elecciones finalmente fue tercera, con 269.760 votos (el 20,62%), que le dejaron a 50.000 apoyos del balotaje.

Su relación con parte del feminismo no está exenta de tensión. Durante la campaña para este domingo, Meloni recibió críticas en las redes sociales por proponer que, además de la existente Ley 194, que desde 1978 garantiza la interrupción del embarazo, se pueda "garantizar el derecho de que las mujeres que se encuentran en la situación de abortar puedan tener una alternativa".

Considerada como de extrema derecha o "neofascista" por la mayoría de la prensa internacional, pero de "centroderecha" en Italia, Meloni se define como parte de una "derecha de Gobierno moderna y occidental", con un discurso que mezcla el rechazo a la inmigración con el apoyo parcial a un sistema de subsidios para personas desempleadas.

Otro de los ejes que emparenta a Meloni con el resto de las derechas soberanistas europeas es su histórica postura contraria a China, al punto que ya en 2008 había llamado a boicotear la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing, con críticas a la política del país asiático hacia el Tíbet, una postura que no tuvo el respaldo del entonces premier Berlusconi.

Este año, en declaraciones a Télam, volvió a la carga contra el gigante asiático y advirtió por un supuesto "expansionismo chino" en América Latina.

Decidida en los últimos meses a explicitar en cada una de sus intervenciones que no busca "rupturas con Europa" sino "potenciar la voz de Italia y sus ciudadanos", su estrategia tuvo a mediados de septiembre un contratiempo cuando sus eurodiputados y los de su socio Salvini defendieron al premier húngaro, el ultraderechista Viktor Orban, ante una declaración del Parlamento Europeo que consideraba que el país ya no puede ser catalogado como una "democracia plena".

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