Política

31-03-2022 14:50 - Correr para no morir

Ever Moriena, el veterano de Malvinas que salvó su vida con el deporte

Hoy es un triatleta multipremiado, pero cuando volvió de las Islas; la indiferencia y el maltrato de la sociedad, los militares y parte de su entorno lo llevaron a un intento de suicidio que truncó el timbre que sonó en la pensión donde vivía. Cómo hizo para reencauzar su vida.

Por Romina Calderaro
Por Romina Calderaro
31-03-2022 | 14:50

Hoy Ever tiene 59 aos y un hijo de cuatro Dice que Malvinas le permiti descubrir quin era realmente En la foto que est detrs de su rostro l es el soldado del medio y est en las Islas Foto Gabriela Lescano
Hoy Ever tiene 59 años y un hijo de cuatro. Dice que Malvinas le permitió "descubrir" quién era realmente. En la foto que está detrás de su rostro, él es el soldado del medio y está en las Islas. Foto: Gabriela Lescano

La que sigue es una historia de resurrección, azar e indiferencia.

Y empieza con la indiferencia con la que gran parte de la sociedad argentina y el Estado mismo trataron a los soldados de Malvinas cuando volvieron al continente con el dolor de la derrota a cuestas. Esa indiferencia duró décadas y tuvo el nombre técnico de proceso de desmalvinización.

Que haya habido más veteranos que eligieron el suicidio que fallecidos en el campo de batalla no es una casualidad.

Lo que resiste categoría de milagro es que Ever Moriena no haya sido un número más en esa lista.

Ocurre que cuando estaba con la pistola en la boca, listo para poner fin al dolor incesante que fue su existencia desde que volvió al continente, a Ever le tocaron el timbre y se vio obligado a posponer su muerte. Era un amigo que quería que firmara unos papeles.

El recuerdo del premio que recibi en el primer maratn que gan
El recuerdo del premio que recibió en el primer maratón que ganó.

Vivió ese timbrazo como una oportunidad. Con la voluntad y la inteligencia como únicas armas, Ever se empezó a dar cuenta de que el alcoholismo con el que lograba anestesiar el sufrimiento no era la salida y de que en la medida en que practicara algún deporte podía eludir pensamientos intrusivos negativos. Correr como resurrección.

Correr, al principio, como deporte, entonces. Para llegar a ningún lado.

Correr para no morir.

Correr, después, con objetivos, como ganar un maratón.

Y convertirse con el tiempo en un triatleta multipremiado que hoy, a los 59 añostiene un hijo y está conforme con la vida que se pudo construir con el deporte, pero también la meditación, “para que la mente no maneje el cerebro”.

Su historia fue contada por primera vez por el escritor y periodista Federico Bianchini en su libro "Desafiar al cuerpo" e incluso fue publicada en el New York Times.

En vsperas de los 40 aos del comienzo de la guerra Ever se encuentra en un momento en el que est reconciliado con su historia Ac se lo ve en el Museo Malvinas de Ro Cuarto Foto Gabriela Lescano
En vísperas de los 40 años del comienzo de la guerra, Ever se encuentra en un momento en el que está reconciliado con su historia. Acá se lo ve en el Museo Malvinas de Río Cuarto. Foto: Gabriela Lescano

La guerra no fue lo peor



Ever ni siquiera estaba obligado a ir a Malvinas. Fue como voluntario.

–¿Cómo se dio esa elección?

–Fui como voluntario, no estaba obligado. Tenía 19 años y vivía en un pueblito de Córdoba. Lo sentía como un acto patriótico y como una aventura. Llegué a Malvinas el 10 de abril a las 22 horas. Estaba a cargo de 10 soldados, bajamos la munición y nos quedamos a dormir porque no habíia nadie que nos estuviera esperando. Al otro día recién nos asignaron destino. A partir del bombardeo del 1de mayo las bombas caían a 100 metros, los superiorores no nos informaban nada. El bombardeo fue a las 4 am, minutos después escuché el avión y las detonaciones. La guerra ya estaba entre nosotros. Dos horas después vinieron los otros ataques.

–¿Y qué fue lo más difícil?

–Uno pasa de ser alguien pasivo a ser protagonista en 48 horas, la mente humana se adapta. Los recuerdos que tengo no son malos aunque estuve tres meses en un pozo sin bañarme ni cambiarme de ropa. Me empezó a hacer ruido todo el asunto el 15 de abril porque veníamos llegar tropas del regimiento 3 de Corrientes, que venían de convivir con 40 grados de calor: los militares estaban improvisando sobre la improvisación, nos cambiaban de lugar sin ton ni son. Nunca tuvimos informaciones concretas. Era todo muy volátil. Y sin embargo, lo más difícil fue el regreso.

El batalln que Ever integraba en Malvinas
El batallón que Ever integraba en Malvinas.

–¿Por qué?

–Porque cuando estábamos allá nuestro combustible era el amor de la gente, las cartas que nos llegaban. Y cuando volvimos la indiferencia fue absoluta. De la sociedad, de los militares y de mis conocidos. El pueblo argentino fue solidario durante, pero no después de la guerra. Y los militares tampoco. A mí no me pagaron ni el pasaje de vuelta.

Cuando llegué como pude a la casa de mis viejos, la vi a mi vieja barriendo la vereda y tiró la escoba (largo silencio).Perdón, pero me emociono. Resulta que no me había reconocido porque cuando fue a preguntar por mí le dijeron que estaba muerto. Lo mismo hicieron con una cantidad enorme de soldados. No dejaba de preguntarme si era yo.Y durante mucho tiempo no me acostumbré a dormir en una cama y dormía en el piso. Tampoco a dormir bajo techo. Me iba al patio abajo de una ligustrina a las 4 am. Me acuerdo de que volví de Malvinas el día de mi cumpleaños. Nuestros padres no sabían qué hacer y nosotros tampoco sabíamos transmitirles qué necesitábamos.

Triatleta reconocido en su casa tiene todo lo necesario para entrenar Foto Gabriela Lescano
Triatleta reconocido, en su casa tiene todo lo necesario para entrenar. Foto: Gabriela Lescano

De héroes a parias


Ni Ever ni los veteranos de Malvinas sabían qué hacer con la indiferencia de la sociedad de la posguerra, que a veces incluía a sus seres queridos. Llegó a su casa el día de su cumpleaños, después de no haber comido en dos días y con 12 kilos menos y lo peor aún no había empezado.

-¿Qué hizo apenas regresó?

--No me puedo olvidar de que unos amigos me invitaron a un asado y me preguntaban si los ingleses me habían violado en Malvinas cuando me tuvieron cautivo cuatro días. Hacían chistes. Hace poco me crucé en su pueblo con la persona que me hizo esa pregunta hace ya 40 años y sigo sin perdonarlo.

Los veteranos estaban abandonados. No recibían asistencia psicológica del Estado ni existían las asociaciones para contenerlos y que compartieran experiencias. Durante mucho tiempo, las únicas personas con las que podía hablar, las únicas que lo entendían.

–La posguerra fue un momento de mucha soledad…

Éramos parias. Me acuerdo que a veces en los asados no nos hablaban, nos dejaban solos. Y el proceso de desmalvinización duró 20 años: los veinte años que nuestra lucha hizo posible que el tema se instalara en la sociedad y que nuestra lucha sea reconocida.

Ever y sus condecoraciones como veterano de Malvinas y como triatleta Foto Gabriela Lescano
Ever y sus condecoraciones, como veterano de Malvinas y como triatleta. Foto: Gabriela Lescano

–¿Al volver volvieron no les ofrecieron ayuda psicológica?

Para nada.Y cuando conseguí, a través de un contacto y una carta, que me recibiera un profesional del Hospital Militar de Córdoba, me trató muy mal. Me preguntó de mala manera qué me pasaba y cuando le conté, me respondió lo siguiente: “el problema que tienen ustedes es que fueron a Malvinas, tiraron unos tiritos y ahora se quieren hacer pasar todos por locos”. Me acuerdo de que tiré una silla contra la pared y me enloquecí, tuvo que venir una enfermera a doparme y pasé una semana internado.

Moriena en accin aprendi que el cuerpo siempre puede dar un poco ms Facebook personal
Moriena en acción: aprendió que el cuerpo siempre puede dar un poco más. (Facebook personal)

Cuando salió del hospital, Ever iba hasta Córdoba Capital desde Río Cuarto, donde estaba viviendo, a recibir asistencia psicológica y le mandaban a la casa cajas y cajas de medicación. Lo cual para una persona que ya tenía problemas de alcoholismo e ideaciones suicidas era una irresponsabilidad total.

En un momento, Ever decidió que no soportaba más el dolor de estar vivo.

El peso de haber perdido la guerra se mezclaba con la culpa de haber sobrevivido, las pesadillas y la indiferencia de una sociedad que no sólo no colaboraba, sino que activamente lo hacía sentir una escoria.

–¿Cómo fue esa etapa?

--La gente cree que una persona que se va a suicidar es impulsiva, que está mirando Netflix y de repente decide pegarse un tiro. No es así, yo lo venía pensando desde hace tiempo, lamentablemente tenía un arma porque andaba en la policía y un día consideré que era el momento. Tenía la pistola en la boca y me tocó el timbre un amigo para que le firmara unos papeles.

–¿Y nunca lo volvió a intentar?

–No. Pensé que los ingleses no habían podido en Malvinas conmigo y no les iba a dar el gusto. “Esto es lo que hay y vamos a ver cómo lo resolvemos. Ésta es la vida que tengo”, pensé.

La competencia más dura del mundo

El Ironman es una competencia de la que participan cada año más de 96.000 atletas de 90 países. Es un triatlón mucho más extenso que requiere nadar 3,800 metros, hacer rodar 180 kilómetros en bicicleta y, finalmente, correr un maratón, es decir 42,195 kilómetros. La 602K es un "ultratriatlon", de los mas largos y duros del mundo, con 10 kilómetros de nado a mar abierto,  500 kilómetros de ciclismo y 92 kilómetros corriendo, a lo largo de tres días.

 


La etapa de los logros


Entre los aprendizajes que no tena en mente el atleta quiso aprender a nadar para volverse triatleta Lo hizo a los 26 aos
Entre los aprendizajes que no tenía en mente, el atleta quiso aprender a nadar para volverse triatleta. Lo hizo a los 26 años.
En 1989 Ever decidió irse a Europa, donde empezó durmiendo en los trenes de noche y ayudando por algunas liras a los pescadores de día y terminó en Grecia, donde firmaba autógrafos porque entrenó y se hizo piloto de una empresa que hacía un espectáculo. Y, entre otras cosas, se dio cuenta de que en Europa el 2 de abril era un día más y no una jornada donde sus heridas recibían toneladas de sal.

La primera carrera la había ganado en 1985. Comprendió que podía correr y tener un objetivo al mismo tiempo y a los 26 años aprendió a nadar para competir en triatlones.

–¿Cuál diría que fue la clave de su salvación?

–En los momentos de soledad me empecé a sentir bien y a enamorarme de mí mismo. Tuve inteligencia emocional y decidí no ir a lugares que me podían afectar psicilógicamente. Nunca dejé de correr y el objetivo de la competencia me comprometía a entrenar.

Parte de su religión


Como dice su remera pas de estar sin rumbo en la vida y superarse es un atleta extremo
Como dice su remera, pasó de estar sin rumbo en la vida y superarse: es un "atleta extremo".
Ever no cree en Dios aunque viene de una familia católica. En Malvinas le pasaron cosas que prefiere no compartir, pero que lo alejaron de la fe. De esa fe.

Cree en su hijo de cuatro años.

Cree en lo que logró: “participé de 19 Ironman en tres continentes y organizo la carrera  602 K”. 

Cree en la meditación.

Porque cree que “la mente no nos tiene que manejar el cerebro y te tira cosas en el momento inadecuado”.

A 40 años de la Guerra de Malvinas, le vuelven recuerdos, como cada 2 de abril, que creía olvidados.

Pero no tiene rencor, sino agradecimiento. El 8 de abril inauguran un monumento en el pueblito de 150 habitantes que lo vio nacer,  La Carolina El Potosí. En homenaje a él y a otro veterano.

Y dice que de no haber sido por la experiencia Malvinas no se hubiera “descubierto”.

“Le debo a Malvinas lo que soy hoy”, dice.

 Ya estaba de haca semanas instalada la guerra real Por eso el hecho de que esos nios se animaran a hablar con los soldados tiene un valor especial para l
Ya estaba de hacía semanas instalada "la guerra real". Por eso, el hecho de que esos niños se animaran a hablar con los soldados tiene un valor especial para él.

Sabe que no todos los veteranos tuvieron su capacidad de resiliencia.Que muchos no se suicidaron al volver, pero que son “muertos en vida tomados por la adicción”. Adicción que él conoce bien y que un día lo llevó a amanecer en un baldío sin saber cómo había llegado.

Pero él pudo encarnar ésa frase que dicha en el vacío y a las apuradas puede ser un lugar común para no pensar en el problema concreto de alguien y pasar a otro tema: “crisis es oportunidad”.

En su caso lo fue, aunque si la sociedad argentina hubiese sido más empática con los que volvieron de Malvinas tal vez no tendría que haber pasado por experiencias tan extremas.

Pero quién puede escribir la historia de que lo que pudo haber sido.

  • PROGRAMA NACIONAL DE ATENCIÓN AL VETERANO Y EXCOMBATIENTE DE GUERRA

  • Cobertura para vos y tu grupo familiar en PAMI

  • En caso de precisar asistencia psicológica llamar al 139

  • Para emergencias psiquiátricas llamar al 138, opción 7

  • • Más info en Centros de Veteranos de Guerra

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