Cultura
Malvinas en clave educativa: abordajes e interrogantes en la demanda por la soberanía
Referentes de la educación en Argentina reflexionaron sobre el rol de la escuela para pensar la guerra, destacaron la labor social de las instituciones con los soldados en los días de la guerra y contaron cómo evitar la "amnesia" histórica.

La pregunta por cómo enseñar Malvinas abre una serie de interrogantes que permiten reflexionar sobre la forma en la que se fue construyendo la memoria de un territorio usurpado hace casi 190 años pero en el que la guerra, hace cuatro décadas, impuso una nueva etapa, que se convirtió en efeméride y siempre tuvo a la escuela como actor protagónico, aún cuando los intentos de desmalvinización se esforzaban por sonar alto.
¿Cómo enseñar Malvinas? ¿Cómo se construye el relato sobre Malvinas desde los distintos niveles educativos? Cecilia Flachsland, directora de Canal Encuentro; Sebastián Ávila, investigador, historiador y docente; Cristina Gómez Giusto, coordinadora programa Educación y Memoria del ministerio de Educación; y Marcelino Maina, investigador y docente, responden y reflexionan también sobre los desafíos de ampliar los abordajes y fortalecer la memoria para mantener la demanda por la soberanía.
"Hay una discusión sobre qué hace la escuela con Malvinas, si es una efeméride más. Cuando estudiamos geografía aparece Tierra del Fuego, cuando estudiamos historia colonial se estudia la gobernación de Luis Vernet. Hay conexiones que faltan. Acoplar guerra y Malvinas hace que se pierda mucha riqueza porque no es una historia aislada de dos islas, ahí vivieron pueblos originarios, los yámanas, vivieron gauchos que todavía están enterrados ahí, los que trabajaron y generaron los primeros establecimientos", asegura Ávila, que trabaja en la Universidad Nacional Arturo Jauretche y escribió "Ovejas", una novela en la que una patrulla intenta moverse siguiendo un faro en las Islas Malvinas.
"Después de la guerra, las escuelas se convirtieron en espacios en los que, gracias a la labor de muchos docentes comprometidos, se dio pelea al avance de zonas de amnesia que amenazaban con tomar a la sociedad argentina"
Para el escritor y docente, "todo eso queda separado por la guerra, que termina siendo un factor aglutinante pero disuelve toda la riqueza que tenía Malvinas, integrándola a Tierra del Fuego, a la Isla de los Estados, a la Antártida. Eso es un gran problema porque ver a Malvinas como dos islas, que es lo que suele pasar, es estar mirando una cosa mínima de todo lo que representa. Entiendo que haya un énfasis sobre la guerra porque es obvio pero sería muy bueno que pudiera haber algo más transversal a todos los planes de estudio".
En el Ministerio de Educación nacional, el programa Educación y Memoria intenta desde 2005 acompañar a los docentes con materiales, ideas, espacios de formación y, sobre todo, con una predisposición a la escucha y al reconocimiento por su tarea.

Su coordinadora actual, Cristina Gómez Giusto, destaca el rol de la escuela para pensar Malvinas. "Se ha dicho que las y los argentinos aprendieron y aprenden en la escuela que las Malvinas son argentinas. También se observó el papel de las escuelas en la movilización social en solidaridad con los soldados en los días de la guerra. Y después de la guerra, las escuelas se convirtieron en espacios en los que, gracias a la labor de muchos docentes comprometidos, se dio pelea al avance de zonas de amnesia que amenazaban con tomar a la sociedad argentina", explica en diálogo con Télam. Y asevera que esta tarea se llevó a cabo "de múltiples modos, no sólo el día de la efeméride".
"Hay una historia, que es la de la usurpación británica en las islas, una historia de larga duración, próxima a cumplir 190 años. Nuestra Constitución señala el carácter imprescriptible del reclamo -pacífico y acorde con el derecho internacional- de ejercicio pleno de soberanía en Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur y los espacios marítimos correspondientes y este es el piso sobre el cual abordamos Malvinas en las escuelas", argumenta.
"Cuando a las demandas de memoria, verdad y justicia agregamos la palabra soberanía, lo que estamos subrayando es que estas luchas no sólo importan a la sociedad argentina sino también al mundo"
Gómez Giusto explica que trabajar Malvinas en el campo de la memoria implica que "cuando a las demandas de memoria, verdad y justicia agregamos la palabra soberanía, lo que estamos subrayando es que estas luchas no sólo importan a la sociedad argentina sino también al mundo, porque atañen a la condición humana: se reclama con ellas la vigencia irrestricta de los derechos humanos, pero también el cese de toda política colonialista. Son cuestiones que importan a toda la humanidad".
Dependientes del ministerio nacional de Educación, los canales Encuentro y Pakapaka ayudaron a construir una nueva mirada sobre Malvinas, llegando a docentes pero también a generaciones que sin contacto contemporáneo con el conflicto lo retoman y se apropian. En muchos casos más que generaciones más grandes.

Flachsland, directora actual de Encuentro, dice que esto fue así porque "son canales cuyos desarrollos coincidieron con los años del kirchnerismo, donde hubo un importante esfuerzo para repensar la causa Malvinas, en dos aspectos: en poder desandar que una causa nacional justa, como es el reclamo de soberanía en un territorio usurpado por una potencia como Inglaterra, que sea una causa presente y fundamentada sin que eso implique la legitimación de una guerra que fue desarrollada durante el terrorismo de Estado, o sea que construir esos dos problemas tuvo sus dificultades y también sus tiempos".
Ese logro para la docente y comunicadora se concentra en "haber podido hacer un museo en la exEsma, lo que permitió que en un lugar donde, en nombre de la patria, se desaparecieron ciudadanos y se llevaron adelante los peores crímenes contra la humanidad pueda volver a mencionarse una causa como Malvinas que nos vincula con un colectivo al que llamamos Patria. Para que eso sea posible hubo que ir despejando los problemas e ir poniéndolos en su lugar justo. Encuentro y Pakapaka contribuyeron a eso también con todas las dificultades que implicaron este intento".
Esa complejidad, para Flachsland, se traduce en la posibilidad de "poder justificar nuestro reclamo y a la vez poder decir porque la guerra fue un desatino por ser una guerra y por haber sido desarrollada en el contexto del terrorismo de Estado. Eso permitió construir otra memoria sobre Malvinas".
"La escuela como actor estatal constructor de pedagogías -formas de pensar y hacer- lo social actuó, actúa y seguirá actuando sobre el tema con las heterogeneidades propias de un sistema educativo vasto y muy descentralizado"
Marcelino Maina es profesor de historia de la Universidad Nacional del Litoral y considera que "los discursos y las políticas públicas educativas tienen en Malvinas un eje que sobrevive a los cambios gubernamentales con apenas matices: desde las conmemoraciones, feriados –y que fecha tomar para evocar Malvinas- la soberanía irredenta, la puja por los sentidos, la ligazón ineludible de Malvinas con el constructo autoritario de la última dictadura militar y su colapso que tiene en junio de 1982 su inicio más claro aunque seguramente es un proceso que viene acumulando factores desde al menos 1978/79".
Para el docente e investigador, "la escuela como actor estatal constructor de pedagogías -formas de pensar y hacer- lo social actuó, actúa y seguirá actuando sobre el tema con las heterogeneidades propias de un sistema educativo vasto y muy descentralizado pero con aquellos pilares de activación del tema presentes, pues su lugar se ha constituido en uno de los principales hitos de carga de sentido de lo nacional en la Argentina actual".

Sobre la diferencia de etapas para trabajar Malvinas desde los discursos educativos, Flachsland dice que "si desde que terminó la guerra hasta el presente hubo diferentes momentos en relación a esa memoria y hay quienes hablan de los primeros 80 y parte de los 90 como un período en el que hubo una fuerte desmalvinización. Eso tuvo un quiebre en el 2003 con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirhcner que vuelven a poner a Malvinas en el centro de la discusión política porque entienden que Malvinas tiene la capacidad de construir mundo por lo que significa en la historia nacional y porque sigue siendo un enclave colonial en el siglo XXI lo que es algo insostenible desde todo punto de vista".
Ávila estudió historia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Malvinas no formaba parte de la propuesta académica, lo que tal vez lo empujó a acercarse al tema y tomarlo como eje de su trabajo como docente e investigador en la Universidad Nacional Arturo Jauretche pero también de su obra de ficción, la novela "Ovejas".
Al momento de pensar en el abordaje en el nivel superior, destaca que las universidades del Conurbano son "fundamentales" porque, apunta, "hay ciertas perspectivas no unificadas, una variedad en torno a dónde poner el eje" y considera que en general al hablar de la cuestión Malvinas "hay una dificultad para separar Malvinas de la guerra, desanclar esas dos cosas y también para desanclar Malvinas y dictadura que es un gran problema porque queda atrapada en un período histórico".
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Los desafíos e interrogantes para pensar Malvinas en clave educativa
¿Cuáles son los desafíos para pensar Malvinas desde el discurso educativo? ¿Hay una nueva etapa en su abordaje en los últimos años? Cristina Gómez Giusto, Marcelino Maina y Sebastián Ávila se animan a pensar respuestas y plantear ejes para abordar Malvinas ampliando los sentidos y convocando a más interlocutores.
Gómez Giusto es coordinadora del Programa Educación y Memoria, el cual trabaja con todos los niveles educativos en la elaboración de materiales de distinto tipo, desde afiches a libros, desde cuadernillos a producción audiovisual.
"En lo referido a la guerra -marca en diálogo con Télam- no podemos dejar de lado el contexto del terrorismo de Estado, que la sociedad ha condenado de manera rotunda. Es sobre la base de esa condena que podemos hoy agregar la palabra 'soberanía' en una misma serie con memoria, verdad y justicia. No hay democracia sin soberanía popular, memoria, verdad y justicia. Y desde estos principios podemos reclamar el cese de una política colonial como la que sostiene el Reino Unido en Malvinas, un caso anacrónico para el siglo XXI, y retomar los títulos de soberanía que detenta el Estado argentino, cuya integridad territorial ha sido violada por la ocupación ilegal británica".
En ese marco, Gómez Giusto relata que uno de los desafíos que asumió el programa fue "inscribir las memorias de los caídos y sobrevivientes de la guerra dentro de una larga historia construida por distintas generaciones de argentinas y argentinos -de José Hernández a Atahualpa Yupanqui, de María Sáez de Vernet a las maestras que enseñaban en las islas en los años setenta del siglo XX- que a través de Malvinas imaginaron las condiciones de la emancipación nacional. Con esta larga historia está vinculada la vida de los ex combatientes. De modo que no es posible soslayar la dimensión trágica de la guerra en el contexto del terrorismo de estado, pero tampoco es posible soslayar la dimensión utópica asociada con el símbolo Malvinas tal como se sedimentó en la historia argentina".
Ávila, por su parte, considera que "armar el rompecabezas de Malvinas para las generaciones es un desafío muy complejo" y ensaya una respuesta: "Decimos 40 años de Malvinas pero son 40 años de la guerra. Hay que ver si en algún momento podemos hacer la operación para que Malvinas y la guerra no sean sinónimos porque eso ancla a Malvinas en el pasado lo cual aleja a las nuevas generaciones para problematizar Malvinas hoy".
"De hecho la mayoría se imagina a Malvinas como una isla desierta perdida en el océano. Hoy está apareciendo un gris donde empiezan a jugar definiciones que son quizás un poco más confusas, se están abriendo múltiples aristas como el estudio de los objetos de los veteranos. Hay una nueva etapa en el abordaje que sale de la gesta de héroes y víctimas e intenta abordar el objeto de estudio desde otras perspectivas más integrales y humanas", desarrolla el autor de "Ovejas".
Para Maina, docente e investigador de la Universidad Nacional del Litoral, "pensar Malvinas es un desafío en sí mismo pues obliga a poner en agenda las ideas de Nación y las representaciones del Pasado y sus pujas de sentido en el presente, obliga a hacer preguntas incómodas para romper con ritualizaciones acríticas".
"Por ello -añade-, el principal desafío es correlacionar Malvinas con la reflexión sobre la democracia y las democratizaciones, las pujas de los sentidos en torno a cómo en el siglo XXI dar forma a un debate integral en torno a la/s soberanía/s y las realidades sociales de un país y una sociedad donde las memorias y las historias del pasado reciente replican constantemente en las disputas por el sentido general de quienes somos".
Gómez Giusto dice que "otro de los desafíos que supone enseñar Malvinas es cómo pensar la patria después de la última dictadura militar, cómo pensar la nación en términos bien distintos, y críticos, respecto a los términos en que lo hizo la dictadura. Desde nuestras propuestas, la patria son los derechos: los derechos humanos, los derechos soberanos" por eso el eje del equipo que conduce es "el trabajo en y con la memoria. Para comprender la larga historia del diferendo de soberanía, para comprender 1982 y sus memorias, para pensar, incluso, nuestras identidades colectivas", subraya.
Canal Encuentro, una señal que aborda Malvinas de manera afectiva y reflexiva
Las aventuras de Zamba en Pakapaka y los cortos y documentales de Canal Encuentro son solo una muestra del alcance de la cuestión Malvinas en la programación de las señales que ya superaron los 10 años de aire y se convirtieron en una marca para establecer diálogos con los contenidos escolares pero también con los universos culturales que exceden a las instituciones.
Cecilia Flachsland, licenciada en Ciencias de la Comunicación, docente, autora de libros escolares y de divulgación, dirige en la actualidad Canal Encuentro pero antes fue responsable de contenidos de Encuentro, Pakapaka y Deportv e integró el equipo Educación y Memoria del Ministerio de Educación durante diez años. Ante los 40 años de Malvinas, reflexiona ante Télam sobre qué implica este aniversario para el Canal y cómo piensan abordarlo.
"Estos 40 años son muy significativos para Canal Encuentro que siempre tuvo una relación afectiva y reflexiva con la causa Malvinas, este año nos proponemos pensar a Malvinas desde el mar, pensar en torno a qué implica resignificar el territorio nacional si consideramos que el mar también forma parte de ese territorio", explica.
La autora del libro "Desarma y sangra: rock, política y nación" advierte que "no existe una fuerte conciencia marítima y por lo tanto el mapa que tenemos en nuestra cabeza es nada más que la superficie continental".
Y ejemplifica: "Si uno se pregunta dónde está el centro del país y piensa solo el continente, va a responder que es Córdoba pero si el piensa en un mapa bicontinental, esa mitad nos va a ubicar en Tierra del Fuego".
"Esa conciencia sobre lo que es nuestro territorio tiene que ver con cuestiones fundamentales, entre ellas la soberanía y poder reconocer que esa pampa azul, como se le dice al mar, forma parte del territorio soberano y por lo tanto sus recursos naturales también son propios", completa.
Flachsland también adelanta qué programas nuevos tendrá Encuentro: "Vamos a estrenar una serie que se llama 'Navegar la historia. Malvinas y el mar'. Son cuatro capítulos de 26 minutos y en cada uno se toca esta cuestión de Malvinas y el mar. Por ejemplo, en el capítulo en el que se cuenta la guerra, se la aborda desde los enfrentamientos marítimos y el hundimiento del ARA General Belgrano donde murieron muchos compatriotas, casi la mitad de los muertos de Malvinas, y se va a detallar también cómo fue el salvataje de quienes sobrevivieron que fue muy particular, heroico".
Este abordaje con eje en el mar dice que les va a permitir también "contar a las mujeres porque la mayoría de las que estuvieron en Malvinas estuvieron en buques".
El estreno de esta serie se suma a las que ya son clásicas en su programación: "Pensar Malvinas", "Malvinas, historia de una usurpación" y "Un viaje a Malvinas".
¿Cuál es el desafío para pensar Malvinas? ¿Hay una nueva etapa en el abordaje de Malvinas en los últimos años?
Para la directora del canal y docente de la carrera de Comunicación de la UBA, "los desafíos siguen siendo poder seguir sosteniendo la situación educativa y en la discusión pública el tema Malvinas porque mientras siga siendo un territorio usurpado es una causa pendiente y poder recuperar la soberanía en ese territorio depende también que sea una causa que siga viva para las diferentes generaciones".
En ese sentido, recupera un trabajo de Encuentro en el participó antes de ser directora cuando en 2015 viajó a Malvinas con alumnos de una escuela pública para hacer un documental llamado "Un viaje a Malvinas". Se trataba de una escuela de Río Gallegos que lleva el nombre de un soldado caído que era de esa provincia: José Honorio Ortega.
"Si uno imagina una forma de recuperación de la soberanía es por la negociación diplomática y los avances que puede haber en ese terreno pero también por la construcción de gestos soberanos como este, poder ir a Malvinas con una escuela pública y hacer un registro de eso. Que niñas y niños puedan pasear por Malvinas con un delantal blanco con todo lo que eso significa para nuestra cultura argentina", sostiene Flachsland, quien viajó en esa oportunidad como parte del equipo de Educación y Memoria.
Este trabajo y todos los nombrados se pueden ver en http://encuentro.gob.ar/.