Política

03-02-2022 16:23 - Entrevista a Alberto Fernández

"Necesitamos abrir otros puentes sin ser satélites de nadie"

En una charla con Télam tras el encuentro bilateral con su par Vladimir Putin en Moscú, el Presidente remarcó la necesidad de la Argentina de apostar al multilateralismo y destacó la relación con su par ruso: "tuvimos muy buena sintonía".

Por Bruno Bimbi enviado especial
Por Bruno Bimbi, enviado especial
03-02-2022 | 16:23
Tras el encuentro con Vladimir Putin el Presidente dialog con Tlam Foto Presidencia
Tras el encuentro con Vladimir Putin, el Presidente dialogó con Télam. Foto: Presidencia

El presidente Alberto Fernández ratificó este jueves que la Argentina apuesta a "no ser satélite de nadie" y sostuvo la necesidad de que el país "abra otros puentes" con el objetivo de "ampliar las oportunidades de cooperación e inversiones y ganar más autonomía", en el marco del multilateralismo por el que viene bregando en foros internacionales desde el inicio de su gestión.

"La Argentina tiene una dependencia muy grande del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Estados Unidos. Necesitamos abrir otros puentes, y apostar por el multilateralismo, sin ser satélites de nadie", sostuvo el mandatario en una entrevista con la agencia Télam y el diario La Nación en Moscú, tras el encuentro que mantuvo con su par ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin.

"Hablamos varias veces por teléfono en estos años, pero así parecía una relación distante, más fría… Hoy, cara a cara, tuvimos una muy buena sintonía", contó Fernández en la entrevista, poco después de llegar a la habitación del canciller Santiago Cafiero en el Hotel Metropol de Moscú, donde recibió a ambos medios argentinos.

Luego de la breve presentación conjunta que realizaron durante la mañana y de un almuerzo que combinó diferentes tipos de pescado con platos dulces, el Presidente se reunió a solas con su par de la Federación Rusa durante aproximadamente tres horas en el palacio del Kremlin.

"Putin me habló de la historia de sus padres y me mostró sus retratos, que tiene enmarcados como si fuera en pancartas. Fue un diálogo con mucha confianza, en el que hablamos francamente. Él está muy agradecido porque fuimos el primer país de América Latina que aprobó la vacuna Sputnik, y yo también, porque Rusia nos ofreció vacunas cuando escaseaban y pudimos comenzar rápidamente a inmunizar a la población", relató Fernández.

Foto AFP
Foto: AFP

Un tema central del encuentro entre los mandatarios fue la cooperación entre ambos países por la pandemia de coronavirus y la provisión temprana de vacunas rusas Sputnik V a la Argentina.

"Cuando trajimos la vacuna Sputnik a la Argentina, nos decían que era una vacuna comunista. Lo cierto es que Rusia nos ayudó cuando recién empezaban a producirse las vacunas y había escasez", destacó el Presidente en la entrevista con los dos únicos medios argentinos presentes en Moscú.

En la reunión, hubo agradecimientos mutuos por la cooperación entre los dos países durante la pandemia: Rusia ofreció vacunas a la Argentina cuando había escasez en el mundo y la Argentina fue el primer país de América Latina en registrar la vacuna Sputnik V, lo que le abrió las puertas a la llegada a otros países de la región.

Durante el encuentro, los mandatarios hablaron de cooperación económica entre empresas rusas y argentinas en diferentes áreas, principalmente salud, transportes y energía.

La conversación incluyó la posibilidad de futuros proyectos de inversiones en gas y petróleo, dos áreas de mucho interés para Rusia, y también en energías renovables, como la eólica, informaron fuentes oficiales.

En el sector de salud, la experiencia con la vacuna contra el coronavirus podría servir de modelo para que otros productos farmacológicos rusos puedan producirse en el país con tecnología argentina.

Foto Presidencia
Foto: Presidencia

También conversaron sobre nuevos proyectos en el área de transportes, que podrían incluir inversiones para el tren Vaca Muerta – Bahía Blanca y la posible llegada al país de la empresa Kamaz, una compañía rusa dedicada a la fabricación de camiones que Fernández quiere que se instale, produzca y genere empleo en el país.


- ¿Esa cooperación que se dio durante la pandemia, en medio de la emergencia sanitaria, ayudó a construir confianza para otras formas de cooperación que pueden darse ahora?

- AF: Sin dudas. Durante la reunión repasamos la historia reciente del vínculo entre Argentina y Rusia y ambos evaluamos que los acuerdos de 2015, por los que nuestra relación bilateral fue elevada al rango de asociación estratégica integral, fueron muy importantes, pero no habían salido del todo del papel. Había que empezar a materializarlos. Nuestras Cancillerías y diferentes Ministerios ya vienen reuniéndose y avanzando en acuerdos efectivos, más concretos. Lo que se hizo en materia de vacunas tuvo un resultado formidable… ¡Y pensar que algunos nos atacaron tanto cuando conseguimos la Sputnik! ¡Llegaron a decir que era una vacuna comunista! Lo cierto es que Rusia nos ayudó cuando recién empezaban a producirse las vacunas y había escasez.

- ¿En qué áreas se está avanzando ahora?

- AF: En el área de salud ya hay un camino recorrido y queremos ampliarlo. Que la experiencia con la vacuna Sputnik, que ya se fabrica en el país, sirva para que otros productos farmacológicos rusos puedan fabricarse con tecnología argentina. Hablamos mucho también sobre energía, que es un área crucial para la Argentina y también para Rusia: gas, petróleo, pero también energías renovables, como la eólica.

- ¿Hablaron sobre el desarrollo de centrales nucleares para uso pacífico?

- AF: Putin me lo planteó; es una posibilidad. También hablamos de la industria satelital.

- ¿Y en materia de transportes y logística? Rusia tiene ya inversiones en la industria ferroviaria argentina…

- AF: La compañía rusa Transmashholding ya está trabajando en el país y yo le propuse que la empresa Kamaz, que es un gigante en la fabricación de camiones, también se instale en la Argentina. Pero eso sí: que no sea para ensamblar, sino para fabricar.

- ¿Qué importancia le atribuye Putin al reciente acuerdo de la Argentina con el FMI y en qué medida era necesario para destrabar inversiones?

- AF: Su valoración es que el acuerdo era muy importante para avanzar. Ambos tenemos una mirada muy crítica sobre el funcionamiento del Fondo, que compartimos en nuestro diálogo, pero él es un hombre muy pragmático.

- En la recepción, usted dijo que la Argentina siempre fue muy dependiente de los Estados Unidos y el Fondo. Fue una definición política fuerte…

- AF: Es apenas una descripción de la realidad. Esa dependencia existe y necesitamos abrir otros puentes y apostar por el multilateralismo, sin ser satélites de nadie. No queremos ser satélites de nadie. Tenemos que tener relaciones con todos y así vamos a ampliar las oportunidades de cooperación e inversiones y ganar más autonomía como país.

- ¿Eso significa desideologizar las relaciones exteriores? Porque Argentina parece oscilar entre dos polos: pro Estados Unidos o anti Estados Unidos. En Brasil, cuando Lula era presidente, se llevaba tan bien con (Barack) Obama como con Putin y en el mismo viaje a Medio Oriente lo recibían como un amigo en Jerusalén, Ramallah y Teherán...

- AF: Así debe ser. Lula se afirmó con Néstor contra el ALCA y después se reunió con (George) Bush a los abrazos, sin que ello perjudicara las relaciones de Brasil con Estados Unidos. Yo no creo en los alineamientos, sino en una política exterior pragmática que busque el interés del país y que apueste siempre por la cooperación y el multilateralismo.

- ¿Hablaron sobre Ucrania?

- AF: No fue un tema. Putin me expresó su posición y yo le dije que la Argentina creía en la vía de la negociación diplomática para resolver los conflictos.

Apuntes de la Jornada en Moscú

Por Bruno Bimbi, enviado especial


Espectro

Dentro del Kremlin, fue todo protocolo, hisopados y seguridad. Cada movimiento estaba bajo control. Pero al salir del palacio, tras la declaración conjunta con Vladimir Putin, el presidente Alberto Fernández y su comitiva, acompañados por funcionarios del gobierno ruso y periodistas de ambos países, se tomaron unos minutos para recorrer parte de la Plaza Roja y visitar el mausoleo donde descansan los restos embalsamados -y conservados de tal forma que impresionan- del líder comunista Vladimir Ilych Ulianov, Lenin, desde su muerte en 1924. "Tuve una inspiración ahí adentro, escuché la voz de Lenin. Me dijo que adoptemos el rublo como moneda nacional", bromeó al salir el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Navidad en febrero

Moscú recibió al presidente argentino iluminada de todos los colores. Es que, a diferencia de otras capitales europeas que ya retiraron hace rato la decoración navideña, aquí la tradición se mantiene hasta entrado este mes. Todas las plazas, las avenidas, los monumentos, los árboles de las calles y hasta algunos edificios están llenos de luces y, en diferentes partes de la ciudad, hay enormes estructuras metálicas iluminadas que, sobre todo durante la noche, transforman a la capital rusa en un lugar mágico, como un cuento de hadas en el que, por si fuera poco, también hay nieve por todas partes.

Tropiezos

Antes del encuentro de Alberto Fernández con Putin, funcionarios y periodistas que iban del hotel al Kremlin hablaban sobre los riesgos del patinaje indeseado sobre hielo. Moscú está bajo la nieve -aunque hoy apenas si cayeron algunos copos, para desgracia de quienes esperaban presenciar el espectáculo- y todas las calles se dividen entre la parte llena de montañas de espuma blanca congelada y la que está apenas barnizada de una fina y traicionera capa de hielo. "Hay que tener cuidado, es un peligro", decían unos y otros antes de bajar de la caravana.

Unión Soviética

Todo en Moscú es tan enorme que uno se siente Gulliver en Brobdingnag. Y no son sólo las calles, las plazas y los monumentos. A los edificios no les alcanza con ser tan altos como en Nueva York; además son tan anchos como un gigante de fantasía exhibiendo sus hombros y dispuesto a aplastar a quien se interponga en su camino. Es que en la capital rusa conviven la metrópolis capitalista, occidental, tecnológica y moderna, con la antigua arquitectura soviética de la época estalinista, que también conserva intacta su simbología: varios de los imponentes edificios públicos construidos entonces aún lucen, majestuosas y a lo alto, la hoz y el martillo.

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