Sociedad
04-12-2021 16:46 - Este sábado
Con una presentación en Tecnópolis, la Banda Sinfónica de Ciegos retoma sus shows presenciales
Pionera en su tipo en el mundo, la sinfónica nacional ofrece una posibilidad de trabajo digno a los músicos de la comunidad ciega y supone el sostén de los hogares de quienes allí trabajan.
Con una presentación en Tecnópolis, la Banda Sinfónica de Ciegos retoma sus shows presenciales
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Con un repertorio que ensambla obras clásicas y populares, la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos, pionera en su tipo en el mundo, retorna a los conciertos presenciales tras casi dos años de pandemia y sus integrantes destacaron la "profunda emoción" que les genera este reencuentro con el público.
Las funciones presenciales serán este sábado a las 18.30 en Tecnópolis, en el marco del Día Internacional de la Discapacidad, y el viernes próximo a partir de las 19.30 en la explanada de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
"Volver a los conciertos tiene algo de renacimiento para nosotros luego de un período de pandemia en el que pasamos por todos los estados de ánimo y un montón de desafíos", expresó en diálogo con Télam Cristian Alderete (43), trombonista desde hace 25 años en el organismo y docente en La Matanza, partido del oeste del conurbano bonaerense.
Los conciertos serán dirigidos por el maestro Agustín Tocalini y constarán de un repertorio ecléctico en el que se une la música clásica y la música popular.
En la primera parte del programa tendrán lugar las obras universales consagradas, en este caso de Mozart y Bizet, mientras que la segunda parte incluirá las piezas "más populares", con un homenaje especial al compositor argentino Astor Piazzola por el centenario de su natalicio.
Respecto del "tan ansiado" regreso, el músico sinfónico recordó cuánto extrañaron "sentir los sonidos de la orquesta afinando o los aromas característicos de un concierto" y aseguró que "la vibración y la energía" cuando están presentes "no es lo mismo" y que "el diálogo musical y personal es irremplazable".
Junto a su compañero de fila en trombón, Eduardo Manentti, destacaron la sinergia que se genera cuando todos los instrumentos se ensamblan en una melodía, al tiempo que, a nivel individual, cada músico se "fusiona con el instrumento" en una conexión evidentemente especial.

La Banda Sinfónica Nacional de Ciegos, la cual depende del Ministerio de Cultura de la Nación, lleva el nombre de su fundador Pascual Grisolía, quien en 1939 inició una escuela de instrumentos de vientos en el Patronato Nacional de Ciegos y el 15 de octubre de 1947 -en el Día de los Bastones Blancos- ofreció su concierto inaugural convirtiéndose en pionera en el mundo.
En la actualidad, está conformada por55 músicos que ocupan las filas de trompetas, trombones, tubas, violines, clarinetes, contrabajos, saxos y distintos accesorios de percusión, entre otros instrumentos.
Manentti (52), uno de los músicos más destacados de la sinfónica que integra hace tres décadas y de la escena del jazz en Buenos Aires, añadió que ante cada concierto la sensación es "nueva" pero siempre genera "gran expectativa", aún más ahora "con todo lo que vivimos".
"Los escenarios donde tocaremos son muy importantes y eso nos ilusiona de que va a haber bastante público", dijo Manentti, quien tendrá una actuación como solista hacia el final del repertorio.

Por su parte, el coordinador general y programador artístico de la sinfónica, Marcos González, aseguró que, para un músico, dos años sin poder tocar "fue tremendo", en especial para los artistas ciegos ya que no fue sencillo conseguir las partituras en braille durante el período estricto de aislamiento, además de que las herramientas tecnológicas, en su mayoría, no son accesibles.
Previo a la pandemia, algunos de los músicos que integran la sinfónica escribían las partituras en braille que luego el resto leía con sus manos, memorizaban y ejecutaban.
"Al no tener esa posibilidad en el aislamiento, nos valimos de audios de referencia, partituras dictadas verbalmente y todos los recursos tecnológicos. Trabajamos mucho en la accesibilidad para poder lograr propuestas artísticas interesantes", explicó a Télam Jorge Díaz (52), un santiagueño que llegó de joven a Capital Federal en busca de la mejor atención para el glaucoma congénito, que lo dejó ciego en su adolescencia.
Desde hace 15 años, Díaz es percusionista de la sinfónica de ciegos, espacio que representa "su lugar en el mundo" y donde pudo realizarse como músico profesional, que era su sueño desde pequeño.
"Para mí fue increíble poder seguir conectado al organismo sin la presencialidad y lograr mantener vivo el espíritu del organismo durante la pandemia", expresó Díaz, quien aprovechó los tiempos libres para perfeccionarse en nuevos instrumentos de percusión y en herramientas tecnológicas.
Durante la pandemia, el grupo lanzó diversas obras audiovisuales en las que homenajearon a Beethoven o Piazzola. Además, participaron de "El Colibrí", un oratorio "ecológico" creado por Gerardo Di Giusto y Luciano Bibiloni, junto a coros de España, Francia, Rusia, Singapur y Filipinas.
En estos 74 años de trayectoria, el grupo llevó a cabo una notable actividad artística, cultural, social y pedagógica, por la cual recibieron numerosos reconocimientos y realizaron colaboraciones con reconocidos artistas como León Gieco, Lito Vitale, Juan Carlos Baglietto, Guillermo Fernandez, Patricia Sosa, Nahuel Pennisi, el conjunto vocal Opus Cuatro, Bruno Gelber, Eduardo Isaac y Victor Pellegrini, entre otros.
Los integrantes de la banda resaltaron las presentaciones en diversas regiones de todo el país, donde no sólo llevaron música, sino también "el ejercicio de la inclusión en el hecho mismo".
La sinfónica nacional ofrece una posibilidad de trabajo digno a los músicos de la comunidad ciega y supone el sostén de los hogares de quienes allí trabajan.

Al respecto, el coordinador general señaló que el grupo está atravesando un recambio generacional por lo que convocaron a jóvenes músicos a acercarse y conocer el organismo, que abre audiciones todos los años.
"Es importante que se contacten con nosotros ya que los músicos de acá tienen mucha experiencia y pueden asesorar a los más jóvenes", aseguró González y añadió que es "muy valioso" el intercambio con ellos, no sólo sobre música, sino también sobre deporte, docencia y otros trabajos a los que se dedican.
Por último, hicieron especial hincapié en la invitación a los conciertos, no sólo "para disfrutar de la música", sino también para "difundir la existencia de este organismo que hoy nosotros integramos pero que no nos pertenece, le pertenece a todos".