Internacional
Johnson despidió al príncipe Felipe, saludado también por su nieto Harry y Meghan Markle
El primer ministro británico encabezó el homenaje de toda una nación al príncipe Felipe, en el que ponderó especialmente su "vida y trabajo extraordinarios". El príncipe y su esposa reaparecieron públicamente desde Estados Unidos para lamentar la noticia.

El primer ministro británico, Boris Johnson, encabezó el homenaje de toda la nación al príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, que falleció este viernes a los 99 años, en el que ponderó especialmente su "vida y trabajo extraordinarios", mientras el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, quienes abandonaron sus funciones reales, reaparecieron públicamente desde Estados Unidos para lamentar la noticia.
El duque de Edimburgo "se ganó el afecto de generaciones" en su país y en toda la Mancomunidad británica, formada por decenas de países, tras servir durante casi siete décadas como el consorte real más longevo del Reino Unido, afirmó Johnson.
"Damos gracias, como nación y como reino, por la vida y el trabajo extraordinarios del príncipe Felipe, duque de Edimburgo", dijo a las puertas del número 10 de Downing Street, la residencia gubernamental..
"Como el experto conductor de carruajes que era, ayudó a conducir la familia real y a la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional", añadió.
El duque estuvo casado con la reina Isabel II durante más de 70 años y se convirtió en el consorte con más años de servicio en la historia británica
La despedida de Harry y Meghan
Por su parte, la fundación del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, Archewell, rindió homenaje al príncipe británico, mientras se especula sobre sus planes de asistir al funeral.
La fundación actualizó el sitio web archewell.com para que sólo mostrara un único mensaje sin opciones desplegables ni enlaces a otras páginas.
"En memoria de Su Alteza Real, el Duque de Edimburgo, 1921-2021", decía el mensaje en blanco sobre fondo oscuro. "Gracias por tu servicio... Te echaremos mucho de menos", añadía.
La muerte de Felipe alimentó de inmediato las especulaciones sobre cuándo podría regresar Harry al Reino Unido para el funeral de su abuelo y si su esposa, la actriz Meghan Markle, embarazada de su segundo hijo, se uniría a él.
La pareja, también conocida como el duque y la duquesa de Sussex, vive en una mansión en Los Ángeles tras su decisión de abandonar las funciones reales de primera línea a principios del año pasado.
Todavía no han dicho públicamente si asistirán al funeral. Si lo hacen, sería su primer regreso a Reino Unido desde su explosiva entrevista con la superestrella del talk show estadounidense Oprah Winfrey en marzo.

La entrevista del escándalo
Durante la entrevista de dos horas, vista por millones de personas en todo el mundo, Harry y Meghan dijeron que el racismo había jugado un papel importante en su marcha hacia Estados Unidos, recordó la agencia de noticias AFP.
La pareja afirmó que un alto miembro de la realeza había especulado sobre la oscuridad de la piel de su hijo antes de que naciera. La madre de Meghan es negra y su padre es blanco.
Esa afirmación desencadenó un torbellino de especulaciones sobre quién podría haberlo dicho. Ni la reina, ahora de 94 años, ni Felipe, hicieron el comentario racista, dijo Winfrey más tarde a la CBS.
Harry, de 36 años, y Meghan, de 39, acusaron a los periódicos de estereotipos raciales, especialmente en contraste con la cobertura mediática de su cuñada la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, esposa del príncipe William tercero en la línea de sucesión, que es blanca.
La entrevista desencadenó la mayor crisis de la familia real desde que la madre de Harry, la princesa Diana, murió en un accidente de automóvil en 1997. También planteó preguntas sobre el tipo de recepción que Harry y Meghan podrían recibir de su familia cuando regresen a Reino Unido.
Está previsto que Meghan dé a luz a una niña este verano, lo que podría complicar el viaje a Reino Unido. También podrían estar sujetos a las normas de cuarentena y pruebas de Covid-19, aunque podrían considerarse exentos.