Sólo la mitad de las universidades públicas del país posee un protocolo sobre violencia de género de alcance general, mientras que una veintena no tiene esa herramienta siquiera a nivel de las facultades, según datos de la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (Ruge) del Consejo Interuniversitario Nacional.
Así, de las 57 universidades públicas nacionales o provinciales que conforman el sistema argentino, 31 (55%) tienen protocolo con vigencia en toda la institución, mientras que dos (3,5%) lo tienen sólo a nivel de algunas facultades, tres "están proceso de elaborarlos" (5%) y 20 (36,5%) no tienen ninguno.
Los protocolos establecen pautas para "prevenir, atender y sancionar administrativamente los casos de violencia" que pudieran darse entre personas que trabajan o estudian en la universidad.
La primera en contar con esa herramienta fue la Universidad Nacional del Comahue, que lo incluyó en 2014.
Así, de las 57 universidades públicas nacionales o provinciales que conforman el sistema argentino, 31 (55%) tienen protocolo con vigencia en toda la institución, mientras que dos (3,5%) lo tienen sólo a nivel de algunas facultades, tres "están proceso de elaborarlos" (5%) y 20 (36,5%) no tienen ninguno.
Los protocolos establecen pautas para "prevenir, atender y sancionar administrativamente los casos de violencia" que pudieran darse entre personas que trabajan o estudian en la universidad.
La primera en contar con esa herramienta fue la Universidad Nacional del Comahue, que lo incluyó en 2014.