Espectáculos
César González: "A veces, salir de la cárcel es más duro que entrar"
El director estrena este jueves "Atenas", película que cierra su "trilogía villera", donde refleja la vida de una joven que sale de la cárcel y busca su lugar en la sociedad.
El prolífico director César González cierra su denominada "trilogía villera" con el estreno, este jueves, de "Atenas", filme en el cual, con un trabajo estético artesanal, narra el salir de la cárcel de una chica de 20 años y las penurias que vive en su intento de reincorporarse a la sociedad.
La narración de González no es lineal, sino que a la vida de Perséfones (Débora González) se va intercalando con la de otros personajes de la villa, al punto de transformarse en una película coral en la que la complejidad de este mundo es retratada por el director.
"A veces, salir de la cárcel es más duro que entrar. Cuando entrás, ya está todo claro. Sabés los años que vas a estar, que las celdas son chicas, hay requisas, hay traslados, hay peleas y hay muerte. No te sorprende nada. Pero cuando salís, te dicen que sos libre. Pero libre para qué y de qué. Eso me interesaba que comprenda el espectador y que vea que no todo el cine es de historias cerradas", dijo a Télam el realizador, quien estuvo preso cinco años.
Director de "Diagnóstico Esperanza" (2013), "¿Qué puede un cuerpo?" (2014), "Exomologesis" (2016) y "Lluvia de Jaulas" (2018), además de un documental y cortometrajes, en este momento González se encuentra en la posproducción de "Las Antorchas", cinta en la que un grupo de personas encerradas en una habitación piensa y debate sobre cómo sería la revolución con nuevos signos como el fenimismo y la cuestión de género, "muy diferente a lo que se pensaba hasta los 70".
Télam: "Atenas" no tiene el clásico camino del héroe, sino que juega con la interpelación al espectador.
César González: Ser espectador es una condición más de nuestra vida. Tenemos incorporado ver películas y series como algo de nuestra vida. Tenemos una forma de ver ya naturalizada. En ese sentido, trato de buscar que el espectador pueda llegar a las mismas emociones que llega con otro tipo de narrativa, pero con algo diferente. Me pongo como espectador y quiero que la película me genere emociones.
T: En ese mundo que retrata, hay personajes marcadamente exagerados, como la trabajadora social que maltrata a las mujeres que estuvieron presas.
CG: En el cine siempre se exageró y ridiculizó a los que pertenecen a la clase social de los que no pueden hacer cine, lo que siempre hicieron con nosotros, los villeros o los que están en la cárcel. Estaba con mucha rabia y cansado de ver a los pobres como súper buenos o súper malos, sin complejidad. No digo que lo que hice fue lo mejor, pero en ese momento quería que sea así, aunque no es la realidad.
T: En su caso, armó personajes más complejos como el Perro, alguien que invita a robar en la primera escena, pero luego se muestra generoso y hasta sin maldad.
CG: Sí, y al revés podemos decir con el personaje de Juana. Que se ve súper buena, pero de repente se cruza con dos trabajadores sociales y los insulta de arriba a abajo sin motivo. ¿Por qué los tratá así?