
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, por su parte, dijo que la decisión estadounidense constituye un "chantaje político y una hostilidad irresponsable. Un brutal ataque al Derecho Internacional y a terceros Estados", cuyo objetivo es "endurecer el bloqueo a Cuba".
No permitiremos el chantaje político, tenemos razones y verdades suficientes y legítimas para enfrentar tanta hostilidad y desprecio. Con nuestras convicciones #60YMás #SomosCuba #SomosContinuidad https://t.co/tBytzP4RJF
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) 17 de enero de 2019
El miércoles, Pompeo anunció una "revisión cuidadosa" del título III, en suspenso desde la promulgación de la Ley Helms-Burton de 1996. La disposición legal especifica que los estadounidenses -incluidos cubanos nacionalizados- pueden demandar ante la Justicia de EEUU a las compañías que se beneficien de las propiedades que fueron nacionalizadas por el Gobierno cubano tras la llegada al poder de Fidel Castro, hace seis décadas.