
El ejemplar, una ballena jorobada de unas 6 toneladas de peso, tenía "anemia y un cuadro infeccioso generalizado", dijo Adrián Faiela, veterinario de Aquarium.

"Me puse contento cuando hace unos minutos movió la cola, pero después advertimos que tenía que ver con movimientos reflejos propios de la inminencia de la muerte", explicó Faiela a Télam y señaló que luego vieron que "tenía lesiones en las aletas, lo que hace pensar en alguna patología previa al momento del varamiento".