Espectáculos
26-07-2014 13:17 - Tango
Los nuevos y fascinantes “Aires” de Pedro Chemes en Café Vinilo
El pianista, guitarrista y compositor mostrará el martes desde las 21 el repertorio reunido en un disco que a partir de obras propias, dos piezas de Astor Piazzolla y una de Dino Saluzzi, opera como una acabada síntesis de las búsquedas tangueras del artista.
En cuarteto junto a Mariana Gaitán en violín, Mauricio Beltrán en contrabajo y Federico Birabent en bandoneón, Chemes hace equilibrio entre lo que viene de la tradición del tango y sonoridades que asume como propias y están fuera del género.
Con referencias ineludibles al tango, una atmósfera a veces densa y por momentos más liviana, de a ratos triste o melancólica, con reminiscencias a un olvido o a una deuda, las composiciones de "Aires" consiguen hacer coexistir universos paralelos a través de una orquestación camarística donde diversas líneas de la música de Buenos Aires conviven con distintos elementos de la tradición clásica generando una marca propia.
"El mayor mérito que le encuentro al disco es que es música donde se corporiza una síntesis entre una tradición como la del tango con la que vengo trabajando desde hace 20 años y las sonoridades del mundo que me rodea, que elijo y que tienen que ver con lo que soy", señaló Chemes durante una entrevista con Télam.
En esa sintonía, añadió que en “Aires” “no estoy atado ni al estilo ni al género del tango sino que es un material donde trabajo tanto por afuera como por adentro de una tradición".
Chemes reveló que el trabajo desplegado en la placa remite a una apuesta en un punto borgeana, ya que, sosutvo, "es un escritor universalista que no está atado a la tradición pero que la conoce y juega con ella".
Alumno de Horacio Salgán y de Daniel Montes y fundador en 1983 (cuando pocos se interesaban por el tango) del Cuarteto de la Ochava, un grupo que trabajó el repertorio de la guardia vieja, Chemes consideró que "lo fuerte del tango es la cosa colectiva que llega consigo".
"La fuerza y la genialidad del tango es su carácter colectivo, cuando escuchás un tango no escuchás a un solo tipo sino que estás escuchando, de algún modo, una historia", apuntó.
"Es cierto -especificó- que escuchás un compositor, un director y un arreglador determinados, que le dan su impronta, pero no es menos cierto que estás escuchando a uno que aprendió de otro y que ese otro aprendió de otro y toda esa construcción colectiva que se cristaliza a través del tiempo tiene una cosa muy polenta, una conexión a tierra muy fuerte".
"De hecho -añadió el músico cuyos materiales tuvieron edición argentina e internacional-, el tango nunca abandonó lo criollo sino que fue una música de acumular cosas y esa mezcla de cosa campera y urbana es muy fuerte".
En relación al modo en que desarrolla su sonido, Chemes comentó que "con el tiempo me quiero ir desprendiendo de la melodía, siento que es un elemento que hay que usar de vez en cuando, prefiero una visión más democrática de la música, donde no sólo la melodía es la que rinde sino que rindan la armonía, el contrapunto, muchas cosas, donde no hay un solo hilo conductor sino que pasan muchas cosas al mismo tiempo y todo es más abierto como en la vida diaria".
"La idea de fondo que es la que me moviliza en la actualidad -reveló- es tener la posibilidad de salir y entrar: cuando hacemos tango hacerlo con todos los parámetros que tiene el género y además tener la posibilidad de salir, de experimentar, de trazar otros recorridos".