Turismo
Diversidad turística con aire mediterráneo en la catalana Sitges
A poco más de media hora de Barcelona, la ciudad mediterránea de Sitges posee todos los condimentos necesarios -buen clima, playas, infraestructura y cordialidad- para ser elegida como uno de los destinos preferidos de miles de turistas de todo el mundo que se caracterizan por su diversidad.
Con 300 días de sol al año, 26 playas de fina arena, tres puertos deportivos, un parque natural, cinco museos, más de 5.000 plazas hoteleras y medio centenar de eventos que se celebran cada año, esta acogedora villa veraniega catalana hechiza con su encanto a los visitantes.
Es que en la pintoresca ciudad de Sitges, bañada por las azules aguas del Mediterraneo, hay espacio y respeto para todos, y eso se hace sentir tanto en sus calles como en sus playas, donde pueden convivir, por ejemplo en la playa nudista de Balmins -ubicada una vez pasado el cementerio- todo tipo de turistas.
Otra de las playas populares de esta localidad del municipio de Garraf es la de San Sebastián, recostada junto a la elevación donde se encuentra el Palacio Maricel, y que fue considerada como la mejor playa urbana de Europa por el magazine The New York Times Style.
Además de las amplias playas de ambiente familiar con vistas al casco urbano -donde destaca en la altura la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla-, distinguidas y reconocidas con la bandera azul, ISO 14.001 y destino adaptado, Sitges cuenta con una serie de pequeñas calas desde donde disfrutar del mar en intimidad.
Entre los recreativos marítimos que ofrece este destino destacan los tres puertos deportivos -uno de los cuales, Port Ginesta, es el más grande de Cataluña- con más de 26 mil amarres.
Al mencionado Port Ginesta, se suman el Port Náutico de Garraf, situado al pié del macizo del mismo nombre; y el Port D`Aiguadolc, que es el más próximo al casco urbano y que cuenta con una vasta oferta hotelera, además de escuelas de Vela, alquiler de embarcaciones, bares, restaurantes y una discoteca.
La cultura también forma parte de los atractivos de la villa turística, engalanada con edificios que forman parte del patrimonio modernista y novecentista tan típico de la geografía catalana.
Sorprenden por su estilo y por sus colecciones el Museo Cau Ferrat -casa y estudio del pintor y escritor Santiago Rusiñol, uno de los máximos exponentes del modernismo catalán-, el mencionado Palacio Maricel, el Museo Romántico, la Fundación Pere Stämpfli y la Casa Bacardí.
Justamente esta última guarda relación con un producto, el ron, que tiene una estrecha relación con Sitges, puesto que en la ciudad mediterránea nacieron Facundo Bacardí i Massó, que emigró a Cuba y fundó la famosa licorera, y Anmdrés Brugal Montaner, quien fundó en la República Dominicana la empresa de ron Brugal.
Otro de los acontecimientos culturales de Sitges es el Festival Internacional de Cine de Cataluña, denominado también "Semana Internacional de Cne Fantástico", el más importante de Europa en el género de ciencia ficción y de terror.
La ciudad se ha constituído también como un referente peninsular en cuanto a turismo de reuniones -es la primera ciudad catalana en la materia-, con un auditorio con capacidad para 1.400 asistentes; un centro de convenciones para 500 delegados, y más de 100 salas de reuniones con capacidad para entre 10 y 700 participantes.
De esta manera, Sitges, con una población constante de 29.000 habitantes de casi 90 nacionalidades diferentes, se transforma en un destino cosmopolita, amplio y generoso, para disfrutar del clima y el buen vivir mediterráneo.